¿Qué es un vehículo fuera de uso o VFU?
Cuando llega el momento en que el propietario de un vehículo quiere deshacerse de él, éste se convierte en un residuo y es obligación del propietario hacerlo de manera correcta.
Básicamente el procedimiento consiste en entregar el vehículo a un centro de tratamiento, llamados «CAT» donde expedirán un certificado de destrucción que garantizará el reciclaje del vehículo.
- Este proceso es muy importante en materia medioambiental, ya que este vehículo contiene residuos tóxicos y líquidos contaminantes: debe ser sometido a un tratamiento para evitar contaminación y reciclar lo máximo posible.
Una vez generados, la correcta gestión de estos residuos pasa por su descontaminación, la separación de las piezas y componentes que puedan ser reutilizados y su reciclaje, hecho que comporta un ahorro de energía, emisiones y materias primas, consiguiendo los siguientes beneficios:
- Gestión de todos los elementos evitando así cualquier contaminación al suelo o a las aguas.
- Cierre del ciclo de los residuos de los VFU con su reciclaje y posterior utilización para producir nuevos productos.
- Reducción del consumo de agua y electricidad.
- Reducción del volumen de residuos enviados a vertedero.
- Reducción de las emisiones de CO2.
Existen objetivos de reutilización, reciclado y valorización. En el año 2006 se debía reutilizar o valorizar un mínimo del 85% del peso medio por vehículo y año, reutilizar o reciclar el 80% del peso medio por vehículo y año.
- Actualmente en España de todos los VFUs que se generan se está reutilizando y reciclando un 82,56% y se está reutilizando o valorizando un 86,04%.
Para hacernos una idea del problema real que podría ocasionar una mala gestión de estos vehículos, podemos ver el número de bajas que se dieron en España en el año 2012:
Este tipo de residuo, los VFU, se rigen por el Real Decreto 1383/2002, de 20 de diciembre, sobre la gestión de los vehículos al final de su vida útil. Su objetivo es prevenir la generación de residuos procedentes de los VFU, regular su recogida y descontaminación
Además, esta norma obliga a los fabricantes de vehículos a tomar medidas de prevención en su fabricación, como por ejemplo limitar el empleo de sustancias peligrosas, fabricar los vehículos para que sera fácil su descontaminación o incluir materiales reciclados.
Proceso de reciclaje de vehículos
El proceso de reciclaje tiene 5 fases principales:
- Recepción y verificación del vehículo
- Descontaminación
- Desguace o retirada de componentes
- Compactación
- Fragmentadora
- Recepción y verificación del vehículo
Lo primero que debe disponer un CAT o Centro Autorizado de Tratamiento es un espacio donde recibir el vehículo: en esta parte del proceso el titular del vehículo debe entregarlo junto a la documentación del mismo, y se comprobará su titularidad y verificará que no haya ningún impedimento para su tratamiento
- Descontaminación
Esta fase consiste en la retirada y correcta gestión de todos los residuos tóxicos y peligrosos. Se extraen todos los fluidos del vehículo y otros componentes de riesgo, como por ejemplo el aceite hidraúlico, el aceite de motor, combustible, líquido de frenos y anticongelante, baterías,…
- Desguace o retirada de componentes
Una vez tenemos el vehículo descontaminado, se procede a extraer todos aquellos residuos no peligrosos y todas aquellas piezas que pueden ser reutilizadas (mercado de segunda mano).
Residuos no peligrosos como por ejemplo los neumáticos, chatarra, vidrio,…
Y piezas que pueden ser reutilizadas y comercializadas como amortiguadores, aletas, baterías, inyectores,…
- Compactación
Esta es una de las fases más reconocibles de todo el proceso.
La compactación es el proceso en el que la chatarra obtenida, después de todas las demás fases, se prensa y se entrega a un gestor de residuos para su posterior reciclaje.
Este proceso sirve para optimizar el coste de transporte y manipulación del residuo.
- Fragmentadora
En esta fase del proceso, los vehículos son triturados por martillo hasta convertirse en trocitos de un tamaño entre 20 y 40 cm.
Mediante aspiración se separan los materiales menos pesados y con imanes se separam los metales férricos (enviados a fundición para elaborar nuevos materiales). Los demás materiales pasan por diferentes procesos de separación para conseguir los metales no férricos, como el aluminio y el cobre.
Y después de todo esto, ¿qué queda?
Después de todo el proceso que hemos visto, algunas cifras son:
- Se reutilizan piezas y elementos que corresponden a un 4,6% del peso de los vehículos, suponiendo unas 40.000 toneladas
- Se recicla cerca de un 78,5% de total del peso del vehículo, suponiendo unas 710.000 toneladas anuales.
- Se valoriza energéticamente sobre un 2,5% de los vehículos, suponiendo unas 32.000 toneladas.
Esto sitúa el nivel de recuperación aproximadamente en el 85,6% del peso total de los vehículos superando el 80% de reutilización y reciclado que exige la normativa vigente
Esquema resumen
Y por último, un vídeo donde se ve todo el proceso: