Todos los días la industria fabrica miles de productos de todo tipo y para todos los usos.
Podemos ir desde ordenadores y otros equipos electrónicos, hasta juguetes de plástico, muñecas de trapo, muebles, ropa y calzado, productos de higiene y aseo, pasando por toda clase de alimentos y bebidas,…
Esta lista de productos no es el objeto del presente artículo.
- Vamos a hablar de qué se puede hacer cuando uno de estos productos no cumple todos los requisitos que exige la propia empresa según su estándar de calidad y seguridad.
Entendemos como un producto no conforme o una no
conformidad el incumplimiento de un requisito.
Por tanto, este producto es el resultado de un trabajo que no cumple con nuestras condiciones (ya sean estas condiciones legales, de nuestro cliente,…)
¿Qué hacer con un producto no conforme?
Una vez detectado, se debe identificar y separar del resto, así como conocer la causa del mismo. Para ello, se estudian los períodos de producción, las máquinas empleados, los operarios encargados y todos los lotes producidos en ese tiempo.
Todas las no conformidades deben ser registradas en documentos fechados.
- Una de las tareas más importantes en una empresa que se enfrenta a un caso de éstos, es su deber de aplicar todas aquéllas medidas preventivas y correctoras suficientes para evitar, en la medida de lo posible, repetir los mismos errores.
Ahora bien, en el caso de tener un producto que no ha pasado los controles de calidad y que no acepta el cliente o la propia empresa, se debe proceder a su gestión.
Gestión de un producto no conforme
Lo más importante a tener en cuenta es que un producto no conforme no es «lo mismo que un residuo», aunque vayamos a deshacernos de él y sigamos la ley de residuos.
Y decimos que no es lo mismo ya que cuando se gestiona uno de estos productos se pueden correr varios riesgos para la empresa o la marca, como:
- Un uso inadecuado del producto
- Riesgos sanitarios y medioambientales
- Venta ilegal del producto en canales de distribución alternativos
Estos casos han ocurrido y pueden ser graves. Ejemplo pueden ser juguetes eléctricos, productos de higiene o de alimentación que en lugar de gestionarlos correctamente son usados para su venta ilegal o para su consumo.
El daño que un caso así puede ocasionar a la marca probablemente será importante.
¿Qué se puede hacer?
La mejor alternativa a que esto pueda ocurrir pasa por la destrucción del producto antes de que vaya a reciclarse.
- Esta opción recoge los beneficios del reciclaje del producto y los beneficios de la seguridad de que el producto no vaya a emplearse en otra cosa.
Si bien cada caso es particular y requiere de diferentes procesos, en general se utilizan trituradores, desgarradores y prensas industriales para destruir cualquier producto.
El objetivo es dejar totalmente inservible y, en la medida de posible, irreconocible, el producto.
Después, todo esto se separa por tipo de material (papel, cartón, plástico, telas, metales,…) para su recuperación y reciclaje.
Recytrans es una empresa de gestión de residuos que ofrece servicios de destrucción y eliminación de productos. Proporciona un adecuado tratamiento ambiental, documenta todo el proceso y emite el correspondiente certificado.
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