La huella de carbono es ya un concepto recurrente si hablamos de cambio climático y uno de los factores que se deben tener en cuenta para proteger el medio ambiente.
Vamos a conocer qué es la huella de carbono, su relación con el cambio climático y cómo reducirla teniendo en cuenta el papel activo que desempeñan los ciudadanos, las empresas y los gobiernos.
Huella de carbono y su relación con el cambio climático
La huella de carbono es una medida con la que evaluar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente.
Esta métrica estudia la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera la actividad humana, siendo el dióxido de carbono (CO2) uno de los gases más contaminantes.
Por lo tanto, la huella de carbono se calcula sumando el volumen total de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera, el cual se expresará en toneladas métricas de CO2 generadas por año.
Estas emisiones en forma de contaminación se generan gracias a actividades tan diversas como la quema de combustibles fósiles para la generación de energía, la producción industrial (agricultura, ganadería, petroquímica, textil, etc.) o el transporte en vehículos propulsados con combustibles fósiles.
Reducir la huella de carbono
La reducción de la huella de carbono es esencial para hacer frente al cambio climático, por lo que muchos expertos y ecologistas abogan por un modelo de vida y productivo que no condicione a las generaciones futuras.
Disminuir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera tiene un impacto positivo reduciendo el calentamiento global, mejorando la biodiversidad de espacios naturales y la acidificación de los océanos.
La reducción de la huella de carbono abre el camino a un nuevo modelo productivo con la creación de industrias cada vez más sostenibles.
La huella de carbono tiene como consecuencia directa el aumento de la temperatura media del planeta, fruto de décadas de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
En los últimos 100 años, la temperatura media global ha aumentado 1,1 grados y se prevé que llegue a 1,5 en a finales de década.
Medidas para reducir la huella de carbono
Ante estos datos, es necesario tomar una serie de medidas para reducir la huella de carbono.
- Apuesta por las fuentes de energía renovables: Las energías renovables como la solar, la eólica o la hidráulica son una alternativa a los combustibles fósiles y se utilizan también como sistema de generación de electricidad sostenible.
- Eficiencia energética: Los electrodomésticos y los sistemas de climatización implican un alto consumo de energía en hogares y empresas, por lo que muchos empiezan a ser cada vez más eficientes. También es común encontrar iluminación eficiente con luces LED o sensores de movimiento, ventanas con aislamiento térmico o el famoso “modo ECO» en los electrodomésticos modernos.
- Movilidad sostenible: El transporte urbano es uno de los principales motivos de la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que los gobiernos de las ciudades empiezan a promover modelos de movilidad más sostenibles. Algunas de las medidas que se están adoptando son ayudas a la compra de vehículos híbridos y eléctricos, cerrar el centro urbano a los vehículos más contaminantes, promover el transporte público y fomentar el uso de patinetes eléctricos o caminar, entre otras medidas.
- Consumo responsable: Tomar conciencia del consumo de productos locales, reducir el consumo de plástico diario o apostar por productos fabricados de forma más sostenible tiene un claro efecto en la lucha contra el cambio climático. Estas acciones apoyan a la economía local y fomentan buenas prácticas productivas.
- Gestión de residuos: Las famosas “3R» que hacen referencia a “reducir, reciclar y reutilizar» implican una considerable reducción de la producción de material contaminante.
La idea clave es aprovechar los residuos ya existentes de una forma sostenible o reconvertir los que ya no sean útiles, por ejemplo, creando compost o transformando los productos en materia prima para elaborar otros.
La reducción de los gases de efecto invernadero como causa principal de la huella de carbono es responsabilidad de los ciudadanos, las empresas y los gobiernos.
Adoptar medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono permitirá crecer industrialmente preservando el entorno natural para las generaciones futuras.