En nuestra sociedad la energía es imprescindible: tanto para el ámbito de nuestro hogar como en el trabajo, es algo que sin la cuál no podríamos tener el mismo bienestar que tenemos actualmente.
Bien en forma de electricidad, calor o combustible, hace de nuestra vida algo más confortable y cómoda así como a nuestras industrias más productivas.
Cuando llega el invierno y bajan las temperaturas, una de las preguntas más frecuentes es cómo se ahorra más energía: ¿apagando la calefacción y volviéndola a encender o directamente dejarla encendida?
La idea que está detrás de esta pregunta es que si apagamos la calefacción luego necesitaremos de más energía para volver a calentar la casa, mientras que si se queda encendida sólo necesitaremos energía para mantenerla.
La respuesta viene desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, que en su página aconseja dejar encendida la calefacción el horario real de ocupación y apagarla por la noche. Se podría dejar encendida por la noche si la casa está mal aislada y pierde mucho calor por la noche.
Si bien volver a calentar una casa utiliza energía más intensamente, es sólo durante un breve espacio de tiempo y es más eficiente que dejar la calefacción encendida.
En la medida de lo posible, se recomienda ajustar el termostato a 20-21ºC y utilizar ropa de abrigo para estar en casa, bajar las persianas por las noches para que no se fugue el calor y corra las cortinas para evitar el frío desde los cristales, llamado pared fría.
Por cada ºC en que se incrementa la temperatura de una vivienda, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y las emisiones de CO2.
- Han editado una guía de la energía, con consejos para un consumo responsable y eficiente, que se encuentra en el siguiente enlace: Guia de la energia